La soledad de Alcuneza, de Salvador García de Pruneda. Una de las novelas más extrañas, melancólicas y caballerescas que se han escrito sobre la guerra civil española, narrada desde la perspectiva de un oficial del cuerpo de caballería. Para Andrés Trapiello, en Las armas y las letras, “al modo de las narraciones renacentistas, sus personajes, oficiales de caballería destinados en la que sería una de las últimas unidades de esa arma, llamada a desaparecer, hablan y actúan con espíritu aristocrático, y caballerosa y noblemente tratan al enemigo, que no aparecerá en estas páginas ni vituperado ni insultado”. Todo lo bueno que se diga acerca de esta novela, casi buzzatiana para nosotros, se queda corto. Lo leí el año pasado y lo he releído este mes.
Un mar sin límites. Una historia humana de los océanos, de David Abulafia. Una obra monumental que he leído a lo largo de varios meses (son más de mil páginas), donde se traza con un rigor divulgativo extraordinario la historia humana de los mares y los océanos: mercaderes, exploradores, piratas, guerras…, todo aparece aquí con la calidad habitual del gran profesor de la universidad de Cambridge, David Abulafia. Muchos conocerán también su obra anterior, sobre el mar mediterráneo: El gran mar. Una historia humana del mediterráneo. Ambas recomendables. Rigor, calidad, cultura y gran estilo van de la mano.
Libertad. Una historia de la idea, de Josu de Miguel. El mejor tratado que se ha escrito en España para entender la genealogía, la extensión y la crisis del concepto de la libertad, por uno de los intelectuales españoles más brillantes de nuestra generación. Recientemente lo entrevisté para The Objective. La conversación se puede leer aquí.
Ideario político, de Antonio Maura. La joven Frontera Ediciones se ha atrevido a reeditar una antología del pensamiento conservador de Antonio Maura, que resulta -visto desde hoy- de una rara actualidad. Para José María Marco, “De vivir en un país menos obsesionado con la negación de su propia historia, Antonio Maura sería uno de nuestros grandes referentes históricos”. Este libro, desde luego, da buena prueba de ello.
Los hermanos Corazón de León, de Astrid Lindgren. Erik Varden me habló del profundo impacto que le causó esta novela cuando la leyó de niño. Afortunadamente, el libro acaba de ser reeditado en España, tras llevar décadas agotado. Quizás sea la novela más profunda -e inquietante- de la gran escritora sueca. Ha sido la lectura en familia de este mes.
En catalán, terminé Els anells de Saturn y empecé Austerlitz. En ambos casos, en las ediciones de la exquisita editorial Flâneur. En castellano, se pueden leer aquí y aquí, en edición de bolsillo. ¿Qué decir de Sebald? Que es uno de nuestros pocos clásicos contemporáneos.
El último espadón, de Yves Senté. Hablamos de este serie de cómic europeo el mes pasado, y en febrero llegó el nuevo tomo que ha leído mi hijo pequeño.
En mi reciente artículo Familias rotas, hablaba in extenso de una novela titulada Gilead, de Marilynne Robinson. Si la cito ahora, no es porque la haya vuelto a leer -releí toda la trilogía el verano pasado-, sino porque la considero unas de las novelas más extraordinarias que se han escrito en inglés en este último medio siglo.
Libros recientemente incorporados a la biblioteca y que aún no he leído:
Biografías (dos volúmenes), de Stefan Zweig. Compré en febrero estos dos tomos, que reúne la totalidad de las biografía escritas por el autor austríaco. Fondo de armario. No soy estrictamente un gran seguido de Zweig, al que encuentro algo sobrevalorado, pero sus biografías forman parte de lo mejor de su obra y siempre resulta un placer leerlas.
¿Atenas y Jerusalén? Política, filosofía y religión desde 1945, de Jorge del Palacio y Guillermo Graíño. De Oakeshott a Strauss, de Ratzinger a Habermas, Metz o Arendt, este libro colectivo busca reflexionar sobre la ligazón entre entre la política, la filosofía y la religión después de la guerra.
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