Cruces de sal

por | Feb 14, 2023 | Animal Social | 0 Comentarios

A revisar los cierres de la casa. La hojarasca danzaba en remolinos bajo la luz vacilante de las farolas. Los cubos de la basura se habían desparramado por la calle, cuesta abajo. El mar era oscuro como la boca de una cobra. Contemplé las aguas procelosas durante un buen rato, mientras meditaba en otras cosas. Luego me acurruqué de nuevo en la cama, a la espera de que el sueño cayera sobre mí, pero la fuerza del viento me lo impedía. Pensé: «No tengo de qué preocuparme. Vivo en una fortaleza sobre el mar. ¿Qué puede sucedernos aquí? Nada». Y, sin embargo, el aire embravecido me zarandeaba de un lado a otro, como si fuera un boxeador borracho. Pensé entonces que sentía un miedo muy ancestral, el eco de nuestra naturaleza primitiva, cuando el hombre buscaba en las cuevas refugio para el furor de las tormentas. Somos animales antiguos, en efecto. Hay que darse prisa en ser antiguo, me dije, parafraseando un verso de Juaristi que una vez me recitó mi admirado José Jiménez Lozano.

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Daniel Capó

Daniel Capó

Casado y padre de dos hijos, vivo en Mallorca, aunque he residido en muchos otros lugares. Estudié la carrera de Derecho y pensé en ser diplomático, pero me he terminado dedicando al mundo de los libros y del periodismo.

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