Apocos meses de las elecciones autonómicas y municipales, los partidos han activado ya al máximo sus maquinarias de captación de voto. Está en juego el poder territorial –que es mucho– y, sobre todo, se trata de la encuesta más fiable para las próximas generales, que tendrán lugar –si no hay sorpresas– a finales de este año. El fuego de artillería de los presupuestos se une a las primeras promesas electorales y al arranque del enésimo capítulo de la guerra cultural. O de las diferentes guerras, porque con una no tenemos suficiente.
LEER ARTÍCULO COMPLETO EN EL PERIÓDICO DE ESPAÑA
0 comentarios