El Papa de la diáspora

por | Ene 3, 2023 | Animal Social | 0 Comentarios

Es muy hermoso lo que contaba este domingo en Die Welt el novelista alemán Martin Mosebach con ocasión de la muerte del Papa Benedicto. Nos ofrece una clave importante para entender el hilo que unía a Joseph Ratzinger con la fe que profesaba. Escribe Mosebach:

«El 16 de abril de 1783 murió en Roma el santo vagabundo y analfabeto Benoît-Joseph Labre, amado por el pueblo romano. Había vagado por toda Europa y rara vez dormía en una cama; el mismo día en que se celebra su memoria, en el año de 1927, nació Joseph Ratzinger en Marktl am Inn, quien recibió el nombre del santo del día según era la antigua costumbre.

Como Papa, se llamó a sí mismo Benedicto, con el otro nombre de su patrono. El más importante teólogo que haya ocupado el trono papal en siglos se puso conscientemente bajo la protección de un santo para el cual no contaba la teología, sino sólo la adoración».

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Daniel Capó

Daniel Capó

Casado y padre de dos hijos, vivo en Mallorca, aunque he residido en muchos otros lugares. Estudié la carrera de Derecho y pensé en ser diplomático, pero me he terminado dedicando al mundo de los libros y del periodismo.

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