Europa, un necesario cambio de mentalidad

por | Sep 20, 2022 | Política | 0 Comentarios

La Unión Europea surgió tras el horror de una guerra; o quizás haríamos mejor en hablar de dos: la Primera y la Segunda Guerra Mundial, enlazadas por la altísima inflación que consumió a la República de Weimar. Aquel incipiente Mercado Común nació con el único objetivo de estabilizar la paz y, en este sentido, fue un proyecto exitoso que asociamos al esplendor de la posguerra: una época fascinante de crecimiento económico acelerado, desarrollo del modelo de bienestar continental, consolidación de derechos y de nuevas libertades. Era una Europa vieja –¿cómo no va a ser vieja, Europa?– que, al mismo tiempo, se mostraba al mundo como insultantemente joven. Era el despliegue del capitalismo y de su espiral productiva, unidos al dinero americano y a la necesidad  de reconstruir un continente laminado durante siglos por el odio fratricida. Hoy vemos con nostalgia aquel periodo que muchos de nosotros no vivimos, pero que parecía obedecer a una gramática del optimismo. Una frontera –el Telón de Acero– separaba el bien del mal y, por supuesto, permanecía vivo el miedo a una guerra con la URSS y sus países sometidos, que se agrupaban bajo el paraguas militar del Pacto de Varsovia. Se trataba de un peligro real; si bien alejado del día a día de las sociedades occidentales, a pesar de la propaganda y de sus infiltrados.

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Daniel Capó

Daniel Capó

Casado y padre de dos hijos, vivo en Mallorca, aunque he residido en muchos otros lugares. Estudié la carrera de Derecho y pensé en ser diplomático, pero me he terminado dedicando al mundo de los libros y del periodismo.

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