De la escudería Libros del Asteroide, una de las mejores novelas históricas que se ha publicado en estos últimos años, Hamnet. De la misma autora, Maggie O’Farrell, me fascinó su librito de relatos memorialísticos, Sigo aquí.
También de la escudería Asteroide, un clásico alemán contemporáneo, Los Effinger. De hace unos años, es la maravillosa En lugar seguro, de Wallace Stegner y el famoso El pájaro espectador.
De Anagrama, Rutas de escape, de Philippe Sands.
También en Anagrama, ese maravillo ciclo de novelas -doce en total- sobre Inglaterra, de Anthony Powell, Una danza para la música del tiempo.
Una novela que me maravilló cuando se publicó hace unos años, es Guerra y trementina, del belga Steffan Hertmans. Un gran fresco sobre la tragedia europea del siglo XX, a partir de las memorias del abuelo del autor. Una de las grandes novelas que se han escrito este siglo.
El verano es el tiempo ideal para leer alguno de esos clásicos para los que nunca tenemos tiempo. La nueva traducción de Guerra y paz, de Tolstói, es una obligación y más con la guerra en Ucrania.
La edición de las obras completas de Shakespeare que ha preparado Andreu Jaume es un lujo que vale la pena tener y leer.
La edición de A la busca del tiempo perdido, traducido por Mauro Armiño, todavía se encuentra en librerías.
La Divina Comedia, de Dante.
E imperdibles, las Memorias de ultratumba, de Chateaubriand.
Los Cuentos de John Cheever. O los Cuentos imprescindibles de Chéjov
De mi amigo Jorge Freire, uno de los mejores ensayistas de su generación, el breve pero sabroso Hazte quien eres, una reivindicación del hacer para llegar a ser.
Un ensayo cultural clarividente, Los europeos, de Orlando Figes. Y del mismo autor, su gran historia cultural de Rusia, El baile de Natasha, y su monumental historia de La revolución rusa
No es ningún secreto que me gusta mucho Joseph Brodsky. Esta antología de ensayos, Menos que uno, es magnífica.
El evangelio de las anguilas es un modelo perfecto de cómo escribir un ensayo sobre la naturaleza.
De historia española, un libro del que se ha hablado poco pero que está bien son los recuerdos sobre la República del añorado Antonio Fontán, primer presidente del Senado: Episodios Republicanos.
Un libro de autosuperación que desborda los límites habituales de esta literatura es The Comfort crisis, de Michael Easter.
Para quien no quiera esperar a la nueva traducción castellana del último libro del noruego Erik Varden, Entering the twofold mystery.
Y ya para terminar -¿por qué no?-, les recomiendo para este verano el libro de conversaciones que Nadal Suau y yo mantuvimos con el escritor José Carlos Llop: Una conversación.
Daniel, gracias por la entrada.
Introducir a los hijos en la literatura como padre a veces es infructuoso, pero envié al tercero tus recomendaciones y me pidió tres libros.
Gracias