«Se contentó con seguirlo en medio de la oscuridad, hasta que el fantasma de pronto se giró, se detuvo y le preguntó: ¿Qué es lo que quieres?, al tiempo que le mostraba un puño de un tamaño que rara vez se ve entre los vivos. «Nada», replicó el guardia y a continuación se dio media vuelta. No obstante este fantasma era mucho más alto y lucía un poblado bigote. Parecía dirigirse al puente Obújov y no tardó en perderse entre las tinieblas oscuras.»
– El capote, Ed. Nórdica, 2011. Traducción de Víctor Gallego. Ilustraciones de Noemí Villamuza
No hay mejor introducción a Gógol y a la literatura rusa que este relato publicado en 1842, que anuncia la literatura del siglo XX y que ilumina, de un modo asombroso, muchos de los rasgos de la vida contemporánea. A medio camino entre la comedia y la tragedia, su influencia se extiende hasta Vladimir Nabokov que la consideraba un relato prácticamente perfecto. Creo que con razón. La edición de Nórdica, con la medida traducción de Víctor Gallego, y las hermosas ilustraciones de Noemí Villanuza, resulta especialmente apropiada para un lector más joven.
Su otro gran clásico, Las almas muertas, es una lectura indispensable para un lector adulto y una joya de la literatura universal.
Agradecería recibir tus artículos.
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