Mi primo de Zumosol

por | Nov 2, 2020 | Animal Social | 0 Comentarios

Todas las familias tienen a su primo de Zumosol; en mi caso son dos: mi tío sueco y mi tío americano. Otro día hablaré del sueco; hoy toca el americano, que recorrió en moto las llanuras asiáticas con dieciocho años –de Kabul a El Cairo–, participó en la guerra de Corea y compró miles de acciones de Apple cuando cotizaban a menos de diez dólares. «En bolsa –me dijo una vez–, el secreto consiste en comprar a precio de derribo, irte a dormir una o dos décadas y esperar a que, cuando despiertes, alguna de tus apuestas –basta con que sean una o dos– se haya multiplicado por diez o por más». A él le salió bien con dos empresas: Apple y una hotelera, no recuerdo ahora si Marriott u otra. Me contaba estas cosas y yo no dejaba de pensar –era joven e impresionable– que a la fortuna hay que buscarla y agarrarla allá donde se encuentre, como nos enseñó Maquiavelo. Su padre fue uno de los primeros agentes de la CIA, de ahí que mi tío viviera unos años en el Próximo Oriente. Me gusta pensar que su mundo es el del embajador Kennan y quizás lo sea de algún modo: un anacronismo hoy. Me enseñó también que conviene mirar a los lados más que al centro, porque es en los rincones donde suceden las cosas, y que, en todo caso, nunca hay que fiarse de lo obvio y sí de la intuición sustentada por la experiencia.

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Daniel Capó

Daniel Capó

Casado y padre de dos hijos, vivo en Mallorca, aunque he residido en muchos otros lugares. Estudié la carrera de Derecho y pensé en ser diplomático, pero me he terminado dedicando al mundo de los libros y del periodismo.

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