Bienvenidos al mundo de la irracionalidad que, como la vida misma, no es tampoco tan irracional. En gran medida porque la realidad admite lógicas distintas y a menudo contrapuestas. Se diría que la lógica de los científicos es una y la de los médicos, otra; como otra es la de los empresarios, la de los altos funcionarios, la de los maestros y profesores, la de los padres y la de los niños. Sin duda, con el desconfinamiento la espesa niebla del futuro adquiere tonos aún más sombríos, precisamente porque carecemos de faros o de piedras miliares que marquen un camino nítido, inequívoco. Así que la ruta posible es la de la famosa oración del cardenal Newman: “One step enough for me”, un paso tras otro hacia un lugar todavía desconocido.
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