Los fracasos políticos suelen ser consecuencia de errores de la inteligencia. Esta es la tesis que defiende el historiador Marc Bloch en uno de sus libros más lúcidos –La extraña derrota– y resulta inevitable que en estos momentos de gran inquietud civil volvamos nuestra mirada hacia él. La extraña derrota es la que ha sufrido un mundo que sabemos relativamente próspero y razonable, y que desde 1978 en adelante ha traído a nuestro país libertades y derechos, costumbres y valores europeos, estabilidad democrática y despliegue autonómico.
Continúe leyendo en The Objective.
Excel·lent, Daniel, admirable la teva argumentació. Un lector , Joan Barceló.