El retorno de la Inquisición

por | Ago 6, 2018 | Solar Antiguo | 0 Comentarios

El fanatismo oculta, bajo el manto de la asimilación cultural, la mancha étnica: la sangre como un supuesto criterio de ortodoxia. Así, es el hombre en su totalidad quien peca y se condena, y no sólo sus ideas o sus pensamientos. En el pasado lo biológico -esa evidencia de la carne- actuaba como signo de la herejía. Todavía hoy lo hace. Pensemos en la brujería que constituía una perversión propia de las mujeres o en el racismo, antes y después de Hitler. En un mundo monocolor, pequeños matices culturales sustentan la sospecha étnica: «Judaizar –dirá José Jiménez Lozano refiriéndose a la época de la Inquisición– es guisar con aceite en vez de con manteca, matar las aves sangrándolas y enterrar la sangre, pasar la uña por el filo del cuchillo para comprobar que no tiene mella, pero también dejar candiles encendidos por la noche, sobre todo los viernes, mudarse de camisa ese día o ponerse ropas mejores que las de diario en sábado, echar sal en el candil, que la chimenea no humee las mañanas ni las tardes del sábado, incluso en invierno. […]»

Continúe leyendo en The Objective.

Daniel Capó

Daniel Capó

Casado y padre de dos hijos, vivo en Mallorca, aunque he residido en muchos otros lugares. Estudié la carrera de Derecho y pensé en ser diplomático, pero me he terminado dedicando al mundo de los libros y del periodismo.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Obra

Share This