Foto: NASA
Se diría que los ruiseñores han inspirado el canto de las musas de un modo en que no lo han hecho los áridos paisajes lunares. Si la filósofa Simone Weil escribió aquello tan exacto de que la auténtica belleza reside en las flores y las estrellas –esto es, “en lo infinitamente débil o en lo infinitamente lejano”–, George Steiner lamentará que las distintas misiones espaciales del Apolo no hayan merecido un solo verso inmortal.
Fuente: The Objective.
Artículo completo: La mirada del alma.
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