La nostalgia de la EGB me lleva de vuelta a la década de los ochenta. Fueron los años de Reagan y de Thatcher, de la caída del muro de Berlín y del final del comunismo, de la ilusión democrática en España y del ingreso en Europa como una nueva tierra prometida. En muchos sentidos, fue –o eso creo– una época feliz que cerró lo que muchos historiadores han venido en denominar “el corto siglo XX” (de 1914 al final de la Guerra Fría en 1989).
Fuente: The Objective.
Artículo completo: Lo infinitamente frágil, lo infinitamente lejano.
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